Saint-Forget, un pueblo encantador en el corazón del Valle de Chevreuse. A solo 30 kilómetros de París, en un entorno natural virgen, esta villa de 295 m² de una sola planta, diseñada por un arquitecto de renombre, encarna una visión poco común: una arquitectura sobria y elegante, íntimamente ligada a su entorno natural. Construida en la década de 1970, rediseñada en 1996 y ampliada en 2019, la propiedad se encuentra en el borde del parque Château de Dampierre, en 2.530 m² de terreno ajardinado, perfectamente protegido de la vista. El parque, concebido como una obra de arte viva, engrandece la villa tanto como la envuelve. Cada rincón ha sido cuidadosamente diseñado para ofrecer una experiencia sensorial única, donde la naturaleza se convierte en poesía. Los materiales utilizados subrayan la nobleza y autenticidad del entorno: piedra natural, madera maciza, carpintería a medida de alta gama, forja y vidrieras creadas especialmente para la casa. Cada detalle revela una exigencia de calidad y una estética atemporal, mientras que la impronta artística se expresa en los frescos y elementos decorativos que realzan los volúmenes. En el corazón de la villa se encuentra un recibidor de 50 m² en torno a una chimenea central de diseño escultórico, columna vertebral de la propiedad. Este espacio se abre a dos terrazas orientadas al sur, concebidas como una prolongación natural de los salones, que invitan a disfrutar de la luz y del paisaje desde la terraza.
Consumo de energía
Emisiones de gases de efecto invernadero