MONTMERLE-SUR-SAÔNE. A dos pasos de las orillas del Saona y en el corazón de un pueblo encantador, este antiguo convento del siglo XVIII fue completamente restaurado en 2011 por los Compagnons du devoir, con un nivel muy alto. Distribuido en 2 plantas, el edificio principal cuenta con varias salas de recepción, cocina y comedor en la planta baja, así como zonas familiares como un estudio y un salón de verano. La primera planta, a la que se accede por una magnífica escalera de piedra, está dedicada a los dormitorios, con 7 habitaciones, varios vestidores y 4 cuartos de baño. Una antigua casita de guardés de 100 m², convertida en casa de huéspedes, ofrece 2 dormitorios, un salón-cocina y un jardín privado. Una piscina cubierta climatizada de 12x5 m y una zona de relajación completan las instalaciones de este castillo familiar. En el exterior, la propiedad está rodeada por 2 hectáreas de parques con una gran variedad de especies y árboles centenarios. Una pista de tenis, un invernadero y un garaje.